La OTAN intenta prepararse rápidamente para un conflicto armado con Rusia. Así lo declaró el lunes el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR), Serguéi Naryshkin.
"Ciertamente, vemos a nuestros aliados europeos de la OTAN preparándose para la guerra contra nuestro país. La tarea es proporcionar a la Fuerza de Respuesta Aliada de la OTAN, designada para este propósito, todos los recursos necesarios en un plazo breve", aseveró Naryshkin en la reunión de los jefes de los servicios de seguridad e inteligencia de los miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
Según el funcionario, "se ha iniciado un proceso para aumentar drásticamente la producción militar-industrial europea". "Los ejercicios de movilización y el adoctrinamiento propagandístico sobre la inevitable agresión de Moscú se han convertido en actividades habituales", continuó.
"Pero también sabemos que persiste la cuestión fundamental, aún sin resolver, de dónde encontrar personal de movilización suficiente con la aptitud física, moral y psicológica necesaria. Otro problema para la élite europea es la apatía social generalizada y el descontento con la élite gobernante, especialmente entre los jóvenes", argumentó el jefe de la Inteligencia rusa.
Ante el desarrollo de un nuevo orden mundial, "está en marcha una feroz lucha por el derecho a determinar los contornos y las reglas" entre los mayores centros de poder globales y regionales, indicó Naryshkin. "Y nuestra tarea común, y quizás la más importante, es garantizar que la adaptación a la nueva realidad se produzca sin una guerra a gran escala, como ha ocurrido en períodos históricos anteriores", sostuvo.
"Esta tarea es, sin duda, difícil, ya que requiere serenidad, responsabilidad y capacidad de compromiso por parte de todos los actores sin excepción. Estas cualidades, afortunadamente, han sobrevivido en Oriente, pero casi se han perdido en Occidente", observó el director del SVR.
"El único remedio"
En el mismo contexto, afirmó que "Europa, acostumbrada a vivir bajo la ocupación estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial, ha sido incapaz de adaptarse a las cambiantes realidades internacionales". "El pesimismo reina en los ministerios de Relaciones Exteriores europeos, debido a la falta de soluciones a medio y largo plazo para mantener la seguridad en el continente entre los Estados de la Unión Europea y la euro-OTAN", dijo.
Asimismo, mencionó la política antirrusa de líderes como el presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Friedrich Merz, y la alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea (UE), Kaja Kallas.
"El único remedio que los 'Macrones' y los 'Mertzes', alimentados por las estructuras de Alexánder Soros, por no hablar de todas las 'Kallas', están dispuestos a ofrecer a las naciones europeas es la rusofobia y el aumento acelerado del potencial militar europeo con miras a un conflicto armado a gran escala con Rusia", apuntó.