El liderazgo de la Unión Europea invierte cada vez más enormes fondos en defensa, armas y el Ejército. Para justificar este entusiasmo militarista, las autoridades están intimidando a los ciudadanos europeos con la presunta "amenaza" rusa.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció en marzo un "plan de rearme de Europa" de cinco puntos que contempla un gasto de cerca de 800.000 millones de euros (942.000 millones de dólares) para la defensa del bloque.
En mayo, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, volvió a infundir temor en la ciudadanía con la idea de una presunta amenaza rusa, justificando así sus planes de promulgar el servicio militar obligatorio.
"Rusia podría estar en condiciones de atacar a partir de 2029, y para entonces se necesitarán 100.000 soldados más, para alcanzar los 460.000 que exige la OTAN, incluidas las reservas. Si no empezamos hasta mediados de 2026, solo tendremos dos años y medio para hacerlo", argumentó.
Las fábricas de armas europeas se están expandiendo a un ritmo tres veces superior al de tiempos de paz
Por su parte, el secretario general de OTAN, Mark Rutte, aseguró a mediados de septiembre que los misiles rusos podrían alcanzar "en cinco o diez minutos más" las capitales del Reino Unido o de España.
"No me gusta esa idea del flanco oriental, porque da la impresión de que si vivo en Madrid o en Londres estoy más seguro que si vivo en Tallin. Y no es cierto. Porque estos últimos misiles rusos, al ser lanzados, caen a una velocidad cinco veces superior a la del sonido y tardarían cinco o diez minutos más en llegar a Madrid o Londres que a Tallin o Vilna. En ese sentido, convengamos en que, dentro de esta alianza de 32 países, todos vivimos en el flanco oriental", dijo.
En este sentido, Rutte destacó la importancia del programa Centinela del Este ('Eastern Sentry'), lanzado por la OTAN con el objetivo de reforzar la defensa en el flanco oriental de la alianza.
Mientras, Financial Times informó en agosto que "las fábricas de armas europeas se están expandiendo a un ritmo tres veces superior al de tiempos de paz, abarcando más de 7 millones de metros cuadrados de nuevo desarrollo industrial, lo que representa un rearme de escala histórica".
Además, Reuters informó que el jefe del Ejército de Tierra de Alemania, Alfons Mais pide un aumento de aproximadamente 45.000 efectivos activos para el 2029.
"¿Qué clase de disparate es ese?"
Desde Rusia han subrayado en reiteradas ocasiones que Moscú no tiene ninguna intención de atacar a los países occidentales.
Al comentar en junio las afirmaciones infundadas de líderes europeos sobre la supuesta amenaza rusa y los presuntos planes de Moscú de atacar a la OTAN, el presidente ruso, Vladímir Putin, no dudó en tacharlas de disparate, indicando que ni aquellos que propagan esa idea se la creen. "Esa leyenda de que Rusia planea atacar a Europa, a los países de la OTAN, es justo esa mentira inverosímil que buscan hacer creer a la población de los países de Europa occidental", manifestó.
"Que vamos a atacar a la OTAN. ¿Qué clase de disparate es ese? Todos entienden que es un disparate y le mienten a su propia población para asegurarse de sacar dinero del presupuesto", criticó.
El mandatario recordó que el gasto militar de Rusia no se puede comparar con el gasto en defensa de la Alianza Atlántica y que la población europea prácticamente duplica a la rusa.
"Nuestra determinación de apoyar a Ucrania crece"
La espiral de acusaciones contra Moscú se ha intensificado este mes tras varios incidentes. El 10 de septiembre desde Polonia comunicaron que sus fuerzas supuestamente detectaron varios vehículos aéreos no tripulados en su espacio aéreo. El primer ministro polaco, Donald Tusk, comentó la situación en su cuenta de X, afirmando que los aparatos eran del Ejército ruso. Según él, se registró la presencia de 19 aparatos en total y se ha confirmado el derribo de tres drones. Sin embargo, Moscú subrayó que se trataba de "mitos difundidos por Polonia para agravar aún más la crisis ucraniana" y fomentar la idea de la presunta amenaza rusa.
El viernes pasado, el primer ministro de Estonia, Kristen Michal, acusó a tres cazas rusos MiG-31 de violar el espacio aéreo de su país, lo que fue rechazado por el Ministerio de Defensa de Rusia.
Al respecto, la alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea (UE), la estonia Kaja Kallas, declaró que el bloque comunitario "seguirá contribuyendo al fortalecimiento de la defensa y la disuasión europeas junto con la OTAN". "Con cada prueba o cada violación de nuestra seguridad, nuestra determinación de apoyar a Ucrania crece", enfatizó.
"Como siempre, no hay pruebas"
En el mismo contexto, el Consejo del Atlántico Norte advirtió de respuestas "robustas" a las presuntas acciones de Moscú. "Reforzaremos nuestras capacidades y fortaleceremos nuestra postura de disuasión y defensa, incluyendo una defensa aérea eficaz. […] Rusia no debe tener ninguna duda: la OTAN y sus aliados emplearán, de conformidad con el derecho internacional, todas las herramientas militares y no militares necesarias para defendernos y disuadir cualquier amenaza proveniente de cualquier dirección. Seguiremos respondiendo en la manera, el momento y el ámbito que elijamos", reza el comunicado del órgano.
"Como siempre, no hay pruebas, excepto la histeria rusofóbica de Tallin", criticó el embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski.
"Mientras tanto, los hechos indican que el 19 de septiembre, tres cazas rusos MiG-31 realizaron un vuelo programado desde Carelia hacia el aeródromo ubicado en la región de Kaliningrado, que se llevó a cabo estrictamente de acuerdo con las normas internacionales", aseveró el alto diplomático ruso.
"Rusia seguirá siendo una amenaza para Dinamarca"
El Ministerio de Defensa de Dinamarca anunció este martes que invertirá 3.400 millones de coronas (535 millones de dólares) en la defensa del país. Por su parte, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, anunció la semana pasada que el país planea adquirir armas de precisión de largo alcance con el fin de disuadir la supuesta amenaza rusa.
"Rusia seguirá siendo una amenaza para Dinamarca y Europa durante muchos años. […] Rusia, y esto se basa en una serie de supuestos, podrá constituirse en el transcurso de unos dos años en lo que se denomina una amenaza creíble para los países miembros de la OTAN y estar preparada, lamentablemente, para una guerra regional en la región del mar Báltico", sostuvo.
Al mismo tiempo, Frederiksen reconoció que "actualmente no existe una amenaza militar concreta de un ataque militar regular contra Dinamarca". "Pero también es evidente que nuestra seguridad depende de nuestra capacidad para defendernos a nosotros mismos y a nuestros aliados, y de nuestra voluntad para hacerlo. Dinamarca sí la tiene", agregó.
Al respecto, el embajador de Rusia en Copenhague, Vladímir Barbin, declaró que justificar la necesidad de disponer de tales armas para atacar objetivos en Rusia es "una auténtica locura". "A partir de ahora, tendremos que asumir que Dinamarca no solo piensa en términos de la posibilidad de un enfrentamiento militar directo con Rusia, sino que también se está preparando para tal escenario", señaló.
"Imbéciles"
A su vez, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, denunció que la Unión Europea busca "revivir la 'máquina de guerra' europea".

Según afirmó, las élites del bloque utilizan la narrativa de la amenaza rusa como herramienta para desviar la atención pública de sus problemas económicos internos, agravados por el encarecimiento de la energía tras la ruptura de los lazos comerciales con el país euroasiático.
Mientras que los países europeos, entre ellos Francia, Alemania y Reino Unido, destinan miles de millones de dólares para confrontar a Rusia en el conflicto ucraniano, su estabilidad política, social y económica interna enfrenta crecientes cuestionamientos que podrían llevar a un colapso económico.
En este contexto, Putin calificó de "imbéciles" a los líderes de ciertos países occidentales que están dispuestos a perjudicar a sus propias naciones solo para hacer daño a Moscú. "Las principales economías del mundo entran en recesión solo para hacernos daño. Eso se llama: 'compro billetes y no voy para fastidiar al revisor'", aseveró.