El presidente de EE.UU., Donald Trump, habría dicho al líder del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski, que no excluye la posibilidad de levantar las restricciones sobre el uso de armas estadounidenses contra Rusia, ni el suministro de nuevas armas de largo alcance a Kiev, informan medios occidentales, que se refirieron, en particular, a los misiles Tomahawk.
Varios medios reportaron el viernes que el líder del régimen de Kiev pidió al mandatario estadounidense misiles de largo alcance Tomahawk, durante su reunión del martes en Nueva York, lo que pondría potencialmente a Moscú en el punto de mira de ataques ucranianos.
En una entrevista con Axios, Zelenski dijo este miércoles que había solicitado a Trump un sistema de misiles adicional que, solo con estar en manos de Kiev, obligaría al presidente ruso, Vladímir Putin, a entablar negociaciones de paz. Aunque no identificó el misil, un funcionario ucraniano y otra fuente al tanto de la reunión, citados el viernes por el mismo medio, confirmaron que se trata de Tomahawk. Esta misma información ya la reportó The Telegraph, refiriéndose a múltiples fuentes.
Este misil guiado de lanzamiento terrestre, naval y submarino con ojiva de 450 kilogramos tiene un alcance de hasta 2.400 kilómetros, es decir, que convierte la capital rusa en un objetivo potencial.
Mientras, The Wall Street Journal informa que, además de misiles de largo alcance, Zelenski pidió a Trump que levante las restricciones sobre el uso de armas estadounidenses en el interior del territorio internacionalmente reconocido de Rusia, según un alto funcionario estadounidense y otro ucraniano.
"Trump respondió que no se oponía a la idea, aunque ambos funcionarios dijeron que el presidente no se comprometió a revocar la prohibición de Estados Unidos sobre este tipo de ataques", señala el medio. Asimismo, señala, citando a un funcionario de EE.UU. y otro europeo, que la Administración Trump sopesa el envío de misiles Tomahawk y de otras armas de largo alcance a Kiev.
Ucrania solicitó varias veces este año que se incluyeran misiles Tomahawk en los suministros occidentales a Kiev, y según Axios, esta fue la única arma no aprobada por Trump para la venta a la OTAN en interés de Ucrania.
Preguntado el miércoles sobre la única cosa que Ucrania necesita para ganar en el conflicto, Zelenski respondió al medio: "Creo que el presidente Trump lo sabe. Ayer le dije lo que necesitamos, una cosa". "Trabajaremos en ello", le respondió Trump, según Zelenski.
En esta línea, Zelenski amenazó nuevamente con lanzar ataques de largo alcance contra el Kremlin. "Si EE.UU. nos proporciona armas de largo alcance, las usaremos [...] Primero, [los funcionarios del Kremlin] deben saber dónde están los refugios antiaéreos. Si no detienen la guerra, los necesitarán", dijo.
Cambio en la retórica de Trump
Esta semana, Trump cambió su retórica en relación con Moscú. El martes, el mandatario estadounidense, que en ocasiones anteriores había afirmado que Ucrania tendría que aceptar la pérdida de territorio para poner fin al conflicto, sorprendió declarando que Kiev "está en condiciones" de hacerse con el control de los nuevos territorios rusos.
El Kremlin atribuyó el cambio de tono de Trump a su reciente reunión con Zelenski, en el marco de la Asamblea General de la ONU. "El señor Trump, por supuesto, escuchó la versión de Zelenski de lo sucedido. Y, al parecer, a estas alturas, esta versión es la razón de la evaluación que escuchamos", explicó el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov.
En relación a las armas de largo alcance, Moscú había advertido que se reserva el derecho a usarlas contra instalaciones militares de países que permiten a Kiev atacar con su armamento en el interior del territorio del país euroasiático. "En caso de una mayor escalada del conflicto, responderemos con decisión y de forma recíproca", afirmó en julio pasado la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha declarado repetidamente que su país está listo para el diálogo y un acuerdo, pero insistió en la necesidad de abordar las causas profundas del conflicto, como la expansión de la OTAN y la discriminación de las personas de habla rusa en Ucrania.