Las declaraciones de varios representantes europeos de que hay que derribar aviones rusos son no solamente "imprudentes e irresponsables", sino también "peligrosas por sus consecuencias", declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
En una conversación con el periodista ruso Pável Zarubin, Peskov hizo hincapié en que la exagerada reacción de países europeos ante la supuesta amenaza rusa parece "un mecanismo autoexcitante", ya que plantean preguntas y hacen declaraciones "irresponsables" por sí mismos.
"Las declaraciones de que hay que derribar aviones rusos son, como mínimo, imprudentes e irresponsables y, por supuesto, peligrosas por sus consecuencias", advirtió el vocero.
En este contexto, Peskov recordó que si bien se escucharon acusaciones de que aviones rusos supuestamente habían invadido el espacio aéreo de Estonia, no se ha presentado ninguna prueba, "ni siquiera mínima", que lo demuestre.
"Y, por supuesto, en el contexto de tal imprudencia, de declaraciones tan agresivas, se produce otra escalada muy significativa de la tensión cerca de nuestra frontera", indicó.
"Están advertidos"
A principios de esta semana, el ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, amenazó a Moscú con derribar cualquier avión o misil ruso que cruce su espacio aéreo.
"Están advertidos", dijo Sikorski. "Si otro misil o aeronave entra en nuestro espacio aéreo sin permiso, ya sea deliberadamente o por error, y es derribado y sus restos caen en territorio de la OTAN, por favor, no vengan aquí a quejarse", agregó.
Estas palabras causaron una reacción negativa en el Kremlin. "Saben que asumimos una postura muy responsable. Conocen las declaraciones de nuestro Ejército de que nuestras aeronaves se rigen por las normas internacionales y no las infringen en absoluto al realizar todos los vuelos", expresó Peskov.
"Histeria" de Occidente
El anuncio de Sikorski tuvo lugar después de que el 10 de septiembre Polonia acusara a Rusia de incursión de al menos 19 drones, lo que Moscú descartó como "histeria" destinada a crear la imagen de una "amenaza rusa" inexistente.
El representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, denunció que los países occidentales, como de costumbre, "etiquetan a Rusia, presentándola como un enemigo, sin molestarse en aportar hechos ni pruebas". "Y cuando las acusaciones resultan falsas, a nadie se le ocurre siquiera disculparse por difundir mentiras tan obvias", criticó.
"Esta paranoia está alcanzando cotas sin precedentes. [...] No se ha presentado ni una sola prueba confirmada que demuestre que estos drones fueran de origen ruso", manifestó Polianski.
El viernes pasado, el primer ministro de Estonia, Kristen Michal, también acusó a tres cazas rusos MiG-31 de sobrevolar el territorio de su país. En respuesta, Rusia insistió en que "las aeronaves no se desviaron de la ruta acordada" y "su trayectoria pasó sobre aguas neutrales del mar Báltico" a más de tres kilómetros de la isla de Vaindloo, perteneciente a Estonia.