La piedra preciosa de casi dos centímetros de diámetro fue encontrada en la localidad australiana de Richmond, estado de Queensland, la cual es famosa por ser un lugar en el que se han descubierto varios hallazgos paleontológicos, según recogen medios locales.
La perla se encontraba en el caparazón de un molusco gigantesco extinto conocido como Inoceramus, el cual habitó la tierra 100 millones de años atrás. El simple hecho da cuenta de la antigüedad de la perla en cuestión.
Gracias a la composición mineral de la fosilización, la perla se mantuvo prácticamente sin cambios. Una turista tuvo la suerte de encontrar la piedra preciosa en 2019, en el marco de una acción de ayuda de voluntarios para localizar materiales preciosos y/o antiguos con fines científicos.

El profesor Gregory Webb, de la Universidad de Queensland, afirma que el hallazgo de esta perla es un evento científicamente invaluable. "Esta es la tercera perla confirmada como prehistórica y la primera de este tamaño", resalta el científico. Actualmente, el artefacto se encuentra en el Museo de Richmond.
Significado del hallazgo
El hallazgo de esta piedra preciosa en el caparazón de un molusco, que rondó la tierra hace 100 millones de años, permite comprender científicamente los fenómenos del cambio climático.
Estos moluscos creaban perlas alrededor de sustancias irritantes de manera similar a la de sus descendientes modernos, por lo que el análisis de hallazgos como el de esta perla permite comprender mejor cómo reaccionan también nuestros ecosistemas modernos.
"Esto nos ayuda a proyectar qué es lo que sucederá en el futuro", afirma el profesor Webb.
