La directora de Inteligencia Nacional de EE.UU., Tulsi Gabbard, anunció la reorientación del Centro de Influencia Maligna Extranjera (FMIC, por sus siglas en inglés), creado para contrarrestar la supuesta injerencia de Rusia, China y otros países.
Gabbard afirmó que el FMIC y sus entidades predecesoras fueron utilizadas por la administración del expresidente Joe Biden para "justificar la supresión de la libertad de expresión y censurar a la oposición política". Según la funcionaria, el organismo resulta "redundante", ya que "los esfuerzos de entidades extranjeras para influir en la opinión pública estadounidense" ya son monitoreados por el Consejo Nacional de Inteligencia y del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad.
"La Oficina del director de Inteligencia Nacional (ODNI, por sus siglas en inglés) encontró evidencia de una relación de varios años entre el FMIC y empresas de redes sociales, basada en métricas no científicas ni objetivas, que podría haber sido utilizada para usar la inteligencia como arma contra los estadounidenses, socavando así las libertades civiles", denunció Gabbard. Como ejemplo, citó la eliminación en redes sociales de la noticia sobre el ordenador portátil de Hunter Biden, a pedido del FMIC, bajo el pretexto de combatir la influencia extranjera.
El anuncio se enmarca en los esfuerzos de la Administración de Donald Trump por reducir el gasto público. Gabbard señaló que la reorientación del centro permitirá ahorrar al menos 7 millones de dólares al año. La creación del FMIC fue aprobada por el Congreso en 2019, en respuesta a las acusaciones de la supuesta interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016, conocidas como el 'Russiagate'. El organismo comenzó a operar en 2022.
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