Los cantos de las ballenas han estado disminuyendo en la costa de California, EE.UU., lo que podría ser una señal de que existe un riesgo mayor en su ecosistema, advierte un estudio publicado en la revista PLOS ONE.
Para su investigación, los científicos utilizaron un hidrófono, una especie de micrófono para emplearse dentro del agua, con el que analizaron la frecuencia de las secuencias estructuradas del canto de ballenas azules, de aleta y jorobadas a lo largo de seis años.
Un fenómeno anormal
El análisis comenzó en 2015, en el punto más alto de una ola de calor marina que duró varios años. En 2016 las temperaturas de las aguas del océano Pacífico fueron 4,5 grado más cálidas que el promedio, lo que provocó una extrema floración de algas nocivas que causó el envenenamiento más grande de mamíferos marinos jamás registrado.
Además, el calentamiento también causó que la población de kril, un pequeño crustáceo del cual se alimentan en gran parte las ballenas, escaseara. En años anteriores, llagaba a tal volumen que las redes de pesca se volvían rosadas por la abundancia de kril en el mar.
La escasez generó gran estrés entre las ballenas de aleta y las azules, que basan su dieta principalmente en el consumo de ese crustáceo. Las ballenas jorobadas que tienen un régimen alimenticio más amplio pudieron adaptarse.
"Es como intentar cantar mientras te mueres de hambre", explicó John Ryan, oceanógrafo biológico del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey y uno de los autores de la publicación. "Pasaban todo el tiempo buscando comida", agrega.
Durante la investigación, los cantos de los animales disminuyeron en un 40 %.
Consecuencias
Los expertos aseguran que el fenómeno de las olas de calor marinas tiene consecuencias para todo el ecosistema. En el caso de las ballenas, tuvieron que viajar en busca de comida y eso tuvo su impacto también en el proceso reproductivo y, a la larga, en el número de ejemplares.
"[Saber] dónde se encuentran y qué hacen [las ballenas] puede revelar mucho sobre la salud del ecosistema", aseguró Dawn Barlow, ecóloga de la Universidad Estatal de California.
"La ciencia demuestra que el cambio climático está afectando a los océanos", afirmó. "Escuchar y aprender de estos lugares es esencial para nuestro futuro. Ahora más que nunca, es importante escuchar", añadió la experta.
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