
80.º aniversario del inicio del proceso de Núremberg: un legado que no debe ser olvidado

El 20 de noviembre de 1945 comenzó el proceso de Núremberg contra los principales criminales de guerra nazis procedentes de la alta dirección del Tercer Reich, responsables de haber desatado el conflicto más sangriento y terrible en la historia de la humanidad: la Segunda Guerra Mundial.
El proceso de Núremberg fue llevado a cabo por el Tribunal Militar Internacional (TMI), completamente público, y se abrió de conformidad con el acuerdo entre las potencias vencedoras —la URSS, EE.UU., el Reino Unido y Francia— concluido el 8 de agosto de 1945 en Londres.

El lugar de celebración del tribunal no fue elegido por casualidad: precisamente en Núremberg se celebraban los congresos del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP, conocido como el Partido Nazi), por lo que "el juicio a los criminales nazis en su propia guarida tuvo un importante significado simbólico", señala el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
Meses de juicio
El TMI en Núremberg sesionó casi un año y realizó un trabajo colosal y minucioso. Los materiales del Tribunal arrojaron luz sobre la escala sin precedentes de los crímenes de guerra de la Alemania nazi: el trato cruel a los prisioneros de guerra, la destrucción deliberada de ciudades, pueblos y de sus habitantes.

El mundo conoció los experimentos inhumanos realizados por los nazis con personas, el uso masivo de preparados especiales para asesinar, así como sus macabras invenciones para asesinatos en masa: las 'camionetas de gas' y los hornos crematorios.
Durante el proceso se celebraron 403 sesiones judiciales públicas, se interrogó a 116 testigos, se examinaron más de 300.000 declaraciones y se estudiaron alrededor de 3.000 documentos.
La rotunda condena
En el banquillo de los acusados físicamente se sentaron 21 altos dirigentes del régimen hitleriano, de los 24 formalmente acusados. Entre ellos:
- Hermann Wilhelm Göring, considerado el segundo hombre más poderoso después de Adolf Hitler durante gran parte del régimen nazi
- Rudolf Hess, quien actuó como segundo al mando de Hitler dentro de la estructura del NSDAP y era responsable de todos los asuntos del partido, con autoridad para tomar decisiones en nombre de Hitler en los asuntos internos
- Joachim von Ribbentrop, ministro de Asuntos Exteriores del Tercer Reich
- Ernst Kaltenbrunner, quien ocupó cargos clave en el aparato de seguridad y represión nazi. Fue el oficial de mayor rango de las SS
- Alfred Rosenberg, ideólogo principal y teórico del Partido Nazi
- Wilhelm Keitel, quien ocupó el cargo militar más alto en el mando supremo —mariscal de campo— del ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial
- Alfred Jodl, general coronel del ejército de la Alemania nazi y una de las figuras militares de mayor rango en la cúpula de mando nazi durante la Segunda Guerra Mundial
- Karl Dönitz, almirante de la marina alemana que se convirtió en el último jefe de Estado de la Alemania nazi, tras el suicidio de Adolf Hitler en abril de 1945; entre otros.
Martin Bormann —figura crucial en la Alemania nazi por su poder, especialmente en los últimos años de la guerra— fue juzgado en ausencia porque había logrado huir y su paradero se desconocía en ese momento.

El 1 de octubre de 1946 se anunció la sentencia: 12 de los nazis acusados fueron sentenciados a muerte. Ribbentrop, Keitel, Kaltenbrunner, Rosenberg, Jodl, Frick, Frank, Sauckel, Seyss-Inquart y Streicher fueron ejecutados en la horca en la noche del 16 de octubre de 1946 en el edificio de la prisión de Núremberg. Göring, también fue condenado a muerte, pero poco antes de la ejecución se suicidó ingiriendo cianuro potásico, mientras que Bormann fue condenado a muerte en rebeldía, por lo que tampoco fue ahorcado.
Otros representantes de la cúpula nazi recibieron cadena perpetua o largas penas de prisión. Asimismo, las SS, el SD, la Gestapo y toda la dirección del partido nazi fueron reconocidos como organizaciones criminales.
Atrocidades nazis, sin plazo de prescripción
El Tribunal de Núremberg tuvo una gran importancia histórica: desenmascaró la naturaleza misántropa del nazismo y dejó jurídicamente asentada la derrota del régimen hitleriano.
"Este acontecimiento verdaderamente épico entró con todo derecho en la historia como el Juicio de los Pueblos. Con el proceso de Núremberg comenzó una nueva etapa en el desarrollo del derecho internacional. Se sentaron los cimientos del sistema moderno de justicia penal internacional", declaró en 2023 el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov.
Destacó que el Tribunal de Núremberg "estableció que las atrocidades nazis tuvieron una escala que la historia no había conocido antes". "Existe un reconocimiento universal de que los crímenes cometidos por los nazis no tienen plazo de prescripción", dijo Lavrov.
La misma idea fue reiterada por el presidente de Rusia, Vladímir Putin. "Tales crímenes no tienen plazo de prescripción y fueron condenados de manera inequívoca hace 80 años, precisamente, por el Tribunal de Núremberg", expresó el presidente ruso este 20 de noviembre.
Occidente, 'olvidando' el legado de Núremberg
Con motivo del 80.º aniversario del inicio del proceso de Núremberg, desde la Cancillería rusa subrayaron que sus lecciones representan "un recordatorio de la inevitabilidad del castigo por la demostración de excepcionalismo, las pretensiones de ser una élite escogida y de dominar el mundo, así como por los intentos de reencarnar la criminal ideología nazi en aras de alcanzar sus propios objetivos geopolíticos".
"Sin embargo, hoy en día en Occidente prefieren 'olvidar' las conclusiones de Núremberg y las lecciones de la Segunda Guerra Mundial", denunció Lavrov.
En este sentido, el ministro criticó "los cínicos intentos de reescribir la historia, de minimizar el papel decisivo de los pueblos de la URSS y del Ejército Rojo en la derrota de la Alemania hitleriana, de justificar a los nazis y sus secuaces, de poner un signo de igualdad entre ocupantes y libertadores".
"Esto se manifiesta hoy de manera especialmente evidente en Ucrania, donde, como resultado del golpe de Estado de 2014 apoyado por los países de la OTAN, el poder fue tomado por las fuerzas obsesionadas con el odio hacia todo lo relacionado con Rusia", sostuvo.
Rusia ha subrayado reiteradamente que uno de los objetivos de la operación especial militar es la desnazificación de Ucrania. En este sentido, desde Moscú en repetidas ocasiones han denunciado que los símbolos nazis son ampliamente utilizados por las Fuerzas Armadas y autoridades de Ucrania, incluido el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski.
Así, el pasado 4 de noviembre, durante una ceremonia de entrega de premios al personal de la 4.ª Brigada de Respuesta Rápida de la Guardia Nacional de Ucrania, Zelenski posó con una bandera con el emblema de la 2.ª División Panzer SS 'Das Reich' de fondo, mientras los combatientes condecorados lucían galones fascistas en las mangas.






