Una gata salvó a una familia de turistas rusos de la mordedura de una serpiente venenosa en la isla de Bali, informaron este miércoles medios locales. La historia fue narrada por Anna Kulikóvich, originaria de la ciudad rusa de Ekaterimburgo, quien vive en Indonesia junto a su esposo desde 2019.
"Mi marido y yo acabábamos de sentarnos a cenar cuando de pronto oímos un grito agudo y desesperado", relató Anna. "Nuestra gata Masia, gritando como una persona que sufre un dolor terrible, atravesó como una bala el salón desde la calle hasta el patio trasero. Y entonces vimos cómo de sus ojos brotaban lágrimas de verdad y bajo ella empezaba a formarse un charco de sangre", detalló.
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— RT en Español (@ActualidadRT) December 3, 2025
La pareja llevó al animal a la clínica veterinaria más cercana, donde fue atendido y enviado de regreso a casa. Sin embargo, el estado de Masia no mejoraba y seguía gritando de dolor. Los dueños aún no sabían que había sido mordida por una serpiente.
"Después de la clínica, de camino a casa, vimos una serpiente. Una 'green viper', una serpiente mortalmente venenosa, se arrastraba justo delante de nuestro porche", continuó Anna. "Las piezas encajaron. Entendimos que era ella la que había mordido a la gata. Empezamos a llamar a todas las clínicas veterinarias de la isla. Todos decían que no tenían antídoto. Solo una clínica, a una hora y media de nosotros, informó de que tenían antiveneno", explicó.
Los veterinarios señalaron que, tras una mordedura de esta serpiente, ni siquiera todas las personas sobreviven. En el hospital, a Masia le administraron antiveneno y otros medicamentos por goteo. Pasó cuatro días en cuidados intensivos y luego un mes en tratamiento en casa, con una fuerte hinchazón en la cabeza. Actualmente está completamente sana.
Masia llegó a la casa de la pareja en 2024 y se quedó a vivir con ellos. "Una mañana, Masia simplemente entró en nuestro salón y se acostó a dormir en el sofá", recordó Anna. "No pensaba irse, así que le hicimos todos los procedimientos felinos necesarios —tenía pulgas, tiña, ácaros en las orejas y demás—, le pusimos todas las vacunas y empezamos a vivir juntos. Es una gata muy cariñosa y 'habladora', y además es cazadora: trae lagartijas, gecos y murciélagos", agregó.


