El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, destacó la actitud negativa de muchos países del mundo hacia las acciones de Washington en el Caribe.
"En cuanto a la conducta de Estados Unidos, incluidas sus acciones en el Caribe, estas acciones, por supuesto, provocan rechazo en casi todos los países, excepto en los europeos, que han guardado silencio", manifestó Lavrov en una conferencia de prensa.
Según el canciller, "los europeos guardan silencio ante cualquier crítica a Washington, subordinando todos sus pensamientos a su objetivo principal: convencer a la Administración de Donald Trump de adoptar un enfoque europeo en la cuestión ucraniana para continuar la guerra de Occidente contra la Federación Rusa y tener a Donald Trump y su administración en su lado, a fin de evitar que la administración de la Casa Blanca avance con su agenda constructiva destinada a resolver la crisis ucraniana".
"Nos preocupan profundamente las acciones de la Armada de Estados Unidos y las declaraciones generalmente beligerantes del Pentágono, que afirman que, además del hundimiento ilegal de buques civiles sin juicio previo en el Caribe, también planean una operación terrestre. Todo esto, por supuesto, socava la esperanza de alcanzar un acuerdo dentro del actual equilibrio de poder en el ámbito internacional", afirmó.
Bloqueo naval
Este martes, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó "el bloqueo total y completo" de entrada y salida de Venezuela de barcos petroleros sancionados. Además, anunció que el Gobierno venezolano ha sido "designado como una organización terrorista" por Washington..
El Gobierno venezolano reaccionó denunciando que la "verdadera intención" de EE.UU. "siempre" ha sido "apropiarse del petróleo, las tierras y minerales" de Venezuela mediante "gigantescas campañas de mentiras y manipulaciones". También acusó a Trump de buscar imponer "de manera absolutamente irracional" un bloqueo militar naval al país con el objetivo de "robar" sus riquezas, que "asume que son de su propiedad".
La agresión de EE.UU. en el Caribe, en síntesis
Despliegue militar: desde el pasado mes de agosto, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas. Washington anunció posteriormente la operación Lanza del Sur, con el propósito oficial de "eliminar a los narcoterroristas" del hemisferio occidental y "proteger" a EE.UU. "de las drogas que están matando" a sus ciudadanos. Asimismo, Trump ha afirmado que, con tal objetivo, en breve lanzará agresiones "en tierra".
Operativos letales: como parte de estas operaciones se han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de más de 80 personas muertas y sin pruebas de que realmente traficaran con estupefacientes.
Asalto a buque petrolero: en una escalada de las acciones violentas de EE.UU. en la región, militares estadounidenses asaltaron un buque petrolero frente a costas venezolanas. Caracas catalogó el hecho como un "robo descarado" y un "acto de piratería internacional". El presidente venezolano, Nicolás Maduro, tachó la situación de "acto absolutamente criminal e ilegal" y acusó a la Casa Blanca de actuar "como piratas del Caribe contra una nave mercantil, comercial, civil, privada, una nave de paz".
Acusaciones y recompensa: Washington ha acusado al mandatario venezolano, sin presentar evidencias, de liderar un cártel del narcotráfico y ha duplicado la recompensa por su captura.
Postura de Caracas: Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un "cambio de régimen" para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasíferas de Venezuela. "Se les cayó la máscara. El narcotráfico es 'fake news': es el petróleo, que se lo quieren robar", expresó tras el asalto al tanquero con crudo venezolano en aguas caribeñas.
Falta de sustento: la ONU y la propia DEA señalan que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia suelo estadounidense, ya que más del 80 % de las drogas utilizan la vía del Pacífico.
Condena internacional: Rusia, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los gobiernos de Colombia, México y Brasil han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los ataques a embarcaciones como "ejecuciones sumarias" que violan el derecho internacional.


