Un meteoro sorprendió a los residentes de varios estados de EE.UU. al explotar el pasado 23 de noviembre en una brillante bola de fuego verde sobre la región de los Grandes Lagos.
El evento, registrado en diversos videos que circulan en redes, ocurrió alrededor de las 5:29 de la mañana, hora local, cuando numerosos testigos observaron un misterioso objeto cruzar el cielo a gran velocidad antes de desintegrarse y explotar en una bola de fuego.
Según la Sociedad Meteorológica Estadounidense (AMS), la luz fue visible no solo en Míchigan, sino también en Wisconsin, Indiana e incluso hasta 550 kilómetros de distancia, en Ohio. La NASA analizó los videos e informes, determinando que el meteoro se volvió visible a unos 100 kilómetros de altura sobre el lago Hubbard, viajando a más de 160.000 km/h durante más de 130 kilómetros antes de romperse sobre el lago Hurón.
Desde la agencia espacial también aclararon que este fenómeno no estuvo relacionado con ninguna lluvia de meteoros activa, como las Leónidas, conocidas por producir meteoros extremadamente veloces y luminosos. En cambio, explicaron que la bola de fuego probablemente provino de un pequeño fragmento de cometa, lo que la convierte en un evento aislado.
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