Cuatro buques de la Flota del Pacífico de la Armada de Rusia llevaron a cabo un ejercicio en el mar de Japón para mejorar sus capacidades de repeler un ataque múltiple con misiles.
Los grandes buques antisubmarinos Admiral Tributs y Admiral Panteléyev, así como las corbetas Sovershenny y Aldar Tsydenzhápov protagonizaron el simulacro. Sus dotaciones detectaron rápidamente el ataque, saturaron el radar enemigo con herramientas de guerra radioelectrónica y dispararon los sistemas de misiles antiaéreos Redut y Kinzhal a bordo. A causa de estas medidas, todos los proyectiles enemigos fueron destruidos a una distancia segura para los navíos y su personal.
Con el fin de simular el ataque, los militares utilizaron un misil de crucero de práctica Moskit y varios misiles Samán.
Días antes de proceder a la interceptación de dichos objetivos aéreos, las dos corbetas participantes llevaron a cabo un ejercicio de búsqueda y destrucción de un submarino enemigo simulado.
En total, al menos 15 buques, submarinos, lanchas y embarcaciones de apoyo de la Armada rusa participaron en esta serie de ejercicios.

