Una mujer británica llamada Georgia Taylor, de 24 años, falleció el pasado 21 de agosto después de que los médicos la enviaran a casa dos veces, informaron este domingo medios locales, que detallan que no tenía ningún problema médico previo.
La joven desarrolló en junio erupciones en algunos de sus dedos, pero pensó que eran producto de una reacción a los anillos que acostumbraba a usar. Posteriormente, se le hinchó la cara, la zona alrededor de los ojos y le apareció otra erupción en uno de sus brazos.
Por ello, decidió acudir a su médico de cabecera en julio, pero este dijo que se trataba de una alergia, le recetó antihistamínicos e hidrocortisona y la mandó a casa. Esto no surtió efecto y unos días después acudió a urgencias sin aliento, antes de ser dada de alta de nuevo.
A principios de agosto, durante un viaje a Zante (Grecia), Taylor apenas podía caminar tras quejarse de un dolor persistente en la pantorrilla. Su dolor se alivió con ibuprofeno y analgésicos, pero después de una noche de fiesta en Worcester tras su regreso al Reino Unido se despertó con dolor y pidió cita con un fisioterapeuta. No obstante, su estado empeoró rápidamente, por lo que fue trasladada de urgencia a un hospital, donde falleció poco después. Todavía se desconoce la causa de la muerte.