En Estados Unidos, varias pinturas robadas por los nazis estaban programadas para ser subastadas en Newark, Ohio, según informa The New York Times. Las obras pertenecieron al coleccionista alemán judío Adolf Schloss y formaban parte de las más de 300 piezas confiscadas por los nazis en 1943 y destinadas originalmente al museo que Adolf Hitler planeaba en la ciudad austriaca de Linz.
Las pinturas fueron retiradas de la subasta gracias a los números de inventario S16 y S17 en el reverso de las obras, que permitieron a la organización sin fines de lucro Fundación Hombres y Mujeres Monumentos intervenir. Su presidente, Robert M. Edsel, logró detener la venta, y actualmente las obras se encuentran bajo resguardo en la casa de subastas a la espera de ser entregadas a los legítimos herederos de la familia Schloss.