Un padre que estuvo huyendo con sus tres hijos por zonas silvestres remotas de Nueva Zelanda en los últimos cuatro años terminó muerto el lunes en un tiroteo con las fuerzas del orden durante el intento de robo a una tienda. Así lo informó la comisionada adjunta interina de la Policía, Jill Rogers.
"El hombre, que se enfrentó a la Policía después de que su cuatrimoto fuera atacado con un explosivo, disparó contra los agentes. Un agente recibió un impacto en la parte superior del cuerpo que le causó lesiones graves. La Policía respondió al fuego, alcanzando al hombre armado, que falleció en el lugar. Aún no se ha completado la identificación formal, pero la Policía cree que el hombre es Tom Phillips, quien se encuentra prófugo con sus hijos desde diciembre de 2021", reza el comunicado.
Fugitive father on run with 3 kids in wilderness for 4 years shot dead during shootout with New Zealand cops https://t.co/oXN9cIrfvDpic.twitter.com/5e79eanXzh
— New York Post (@nypost) September 8, 2025
Durante la madrugada, la Policía recibió la llamada de un ciudadano por un robo en un domicilio comercial de la localidad de Piopio. En la comunicación, describió a dos personas que habían entrado a robar en una tienda de suministros: un varón con una linterna frontal y equipo agrícola, y alguien de menor estatura, también con una linterna frontal.
Tras cargar un cuatrimoto con artículos, huyeron. Unos minutos después, se inició un tiroteo con los oficiales que los perseguían. Varias armas de fuego, dentro y alrededor del cuatriciclo, fueron recuperadas.
Un niño que se encontraba con Phillips en el lugar fue retenido y recibe apoyo integral. La misma jornada, los otros dos niños, finalmente fueron encontrados. La Policía confirmó que habían sido hallados solos en un campamento muy remoto, a unos 2 kilómetros del lugar donde murió su padre. Los tres menores estuvieron escondidos en una zona rural escarpada de Waikato con su padre fugitivo antes de que la situación se descontrolara.
Phillips y sus tres hijos -Ember, de 9 años; Maverick, de 10; y Jayda, de 12- desaparecieron en diciembre de 2021, cuando este se los llevó a un lugar desconocido después de una pelea con su madre, que tenía la custodia exclusiva. En junio de 2024, la Policía anunció una recompensa de 80.000 dólares por información que permitiera su localización y regreso sanos y salvos. La oferta expiró.
En octubre de 2024, dos adolescentes que cazaban cerdos en la remota granja de su abuelo en Waikato vieron a la familia desaparecida. Se trataba de cuatro figuras vestidas de camuflaje y con grandes mochilas cruzando la accidentada tierra de cultivo.