El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán ha condenado este domingo las declaraciones del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que esta semana dijo apoyar la visión de un 'Gran Israel', que implicaría la anexión por parte de Tel Aviv de varios territorios de Oriente Medio pertenecientes a otros Estados.
En un comunicado, el organismo manifestó que los planes de Israel de desplazar a los habitantes de la ciudad de Gaza y las "extremadamente peligrosas" afirmaciones de Netanyahu sobre el 'Gran Israel' demuestran "la naturaleza hegemónica del régimen" israelí y "el enorme peligro" que este "ha creado para la paz y la seguridad de la región y del mundo".
La Cancillería del país persa calificó la decisión de ocupar la ciudad de Gaza y de desplazar a su población hacia el sur del enclave de "claro ejemplo de crimen de guerra y crimen de lesa humanidad" que busca "erradicar a Palestina como nación e identidad".
Según denunció, esto ha sido posible gracias a "la impunidad de los líderes criminales del régimen sionista", que cuentan con un "amplio apoyo político y armamentístico de EE.UU." y de "algunos países europeos". Asimismo, lamentó "la imposibilidad de cualquier acción seria por parte del Consejo de Seguridad de la ONU y de los tribunales internacionales para exigir responsabilidades a sus líderes".
En este sentido, el comunicado insta a la comunidad internacional, "especialmente, los países islámicos" a actuar de inmediato para "detener la incitación a la guerra y el genocidio contra el pueblo palestino".
Las declaraciones iraníes coinciden con el anuncio de Israel de que "pronto pasará a la siguiente etapa" de la guerra contra Hamás, que se centrará en la ciudad de Gaza. El sábado, las Fuerzas de Defensa de Israel comunicaron que se preparan para trasladar a los palestinos que se encuentran en la zona de combate hacia el sur de la Franja, tras la aprobación por parte del Gabinete de Seguridad del país hebreo del controvertido plan para que el Ejército tome el control de la ciudad de Gaza. Según medios de comunicación israelíes, la operación involucraría el desplazamiento de alrededor de 800.000 civiles palestinos.
