El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
Actualidad

Hábitos simples que ayudan a mejorar la salud del hígado

Publicado:
Los especialistas señalan que hay que tener cuidado con el alcohol, pero no es el único culpable del daño hepático.
Imagen ilustrativa

Uno de los órganos que más trabaja en el cuerpo humano, el hígado, desintoxica sustancias nocivas, facilita la digestión, almacena nutrientes y regula el metabolismo.

A pesar de su considerable resiliencia y capacidad de regeneración, el hígado no es indestructible. De hecho, muchos hábitos cotidianos, a menudo ignorados, pueden causar daños paulatinos que eventualmente pueden derivar en afecciones graves como cirrosis (cicatrización permanente del hígado) o insuficiencia hepática.

Uno de los desafíos de la enfermedad hepática es que puede ser una amenaza silenciosa. En sus primeras etapas, puede causar solo síntomas leves como fatiga constante o náuseas. Desde esta perspectiva, mantener hábitos de vida saludables es fundamental para prevenir daños en dicho órgano vital.

Aunque la mayoría de las personas asocian la enfermedad hepática con el consumo excesivo de alcohol, este no es el único culpable, siendo el más importante de estos hábitos la correcta alimentación, según el nutricionista brasileño Sandro Ferraz, que ofreció esta semana sus recomendaciones en una entrevista al portal Terra.

  • Mantener una dieta equilibrada

Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y cereales integrales, aporta fibra, vitaminas y antioxidantes que favorecen la desintoxicación del hígado. Evitar el exceso de azúcar, los alimentos procesados y las grasas saturadas previene la acumulación de grasa y la inflamación.

Además, el consumo excesivo de bebidas azucaradas se asocia con un 40 % de mayor riesgo de desarrollar enfermedad hepática grasa, según un estudio publicado en The European Journal of Nutrition.

  • Hidratar el organismo

El agua es esencial para todas las funciones corporales, incluidas las del hígado. Ayuda a eliminar toxinas, manteniendo las células eficientes en sus actividades metabólicas.

  • Controlar el peso

Este elemento es crucial para prevenir la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Este trastorno de alto nivel de grasa aumenta la resistencia a la insulina, lo que puede provocar problemas hepáticos.

  • Limitar el consumo de alcohol

Cuando bebemos, el hígado intenta procesar el etanol para eliminar las toxinas (como el acetaldehído, que inflama y destruye el tejido hepático) del cuerpo, pero el proceso requiere que la sangre se filtre en el hígado. De esta forma el órgano se ve obligado a trabajar a un ritmo acelerado, lo que puede provocar un desequilibrio en sus funciones.

  • Realizar ejercicio físico

El ejercicio regular mejora la circulación sanguínea, favorece la eliminación de grasa corporal y ayuda a controlar la glucemia. Esto reduce el riesgo de hígado graso y otros trastornos metabólicos.

  • Evitar tomar medicamentos no prescritos por los médicos

Evitar la automedicación es importante, ya que muchos medicamentos pueden causar daño hepático. Por lo tanto, es importante consultar con un médico antes de tomar cualquier fármaco para evitar sobrecargar el hígado.

  • Consumir alimentos antioxidantes

Los alimentos ricos en antioxidantes, como las bayas, las verduras de hojas verdes y el té, ayudan a combatir el estrés oxidativo y a proteger las células del hígado.

  • Limitar el consumo de las grasas saturadas y trans

Las grasas saturadas y trans (como las presentes en el aceite de coco y la mantequilla) pueden contribuir a la inflamación y acumulación de grasa en el hígado. Elegir grasas saludables, como las presentes en el pescado, el aguacate y el aceite de oliva, ayuda a proteger el hígado.

  • Controlar la diabetes

La diabetes mal controlada puede dañar los vasos sanguíneos del hígado, lo que provoca complicaciones hepáticas. Mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de los límites recomendados es fundamental.

  • Vacunarse contra la hepatitis

Vacunarse contra las hepatitis A y B, los tipos más frecuentes de esta enfermedad, es crucial para la salud del hígado, ya que son infecciones virales que pueden causar daños graves al órgano.

  • Realizar chequeos médicos regulares

Los análisis de sangre, radiografías, tomografías, etc. pueden detectar cambios hepáticos antes de que aparezcan los síntomas, lo que permite un diagnóstico temprano. De allí que las visitas regulares al médico sean esenciales para controlar las enzimas hepáticas.

Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!

comentarios
RT en Español en vivo - TELEVISIÓN GRATIS 24/7